En un movimiento significativo que se alinea con el impulso del gobierno de EE. UU. hacia la manufactura nacional, Apple reveló planes para aumentar su inversión en los Estados Unidos en otros $100 mil millones durante los próximos cuatro años. El anuncio se celebrará en la Casa Blanca, marcando un momento crucial tanto para el gigante tecnológico como para el sector manufacturero del país.
La Casa Blanca ha enmarcado este compromiso como una victoria esencial para la manufactura estadounidense, particularmente en el contexto de la reubicación de la producción de componentes críticos. Este compromiso de inversión eleva la inversión total prevista por Apple en el país de $500 mil millones a una asombrosa cifra de $600 mil millones, una cifra que subraya el creciente compromiso de la compañía con la economía estadounidense.
A pesar de las implicaciones positivas de esta inversión, el telón de fondo de las tensiones entre la administración Trump y el CEO de Apple, Tim Cook, sigue siendo palpable. Recientemente, el presidente expresó su preocupación sobre los planes de Apple de reubicar parte de la producción de iPhones a India, una decisión vista desfavorablemente en medio de las disputas comerciales en curso con China. Ha criticado los esfuerzos de las empresas estadounidenses por trasladar la manufactura al extranjero, especialmente a la luz de los aranceles instituidos durante su administración.
En un desarrollo relacionado, la administración de EE. UU. ha anunciado la imposición de un arancel adicional del 25% a las importaciones de India, lo que acumularía los aranceles existentes hasta un total potencial del 50%. Este movimiento refleja la postura firme de Trump sobre el comercio y forma parte de una estrategia más amplia para abordar las preocupaciones sobre la dependencia de la manufactura extranjera, particularmente ante las tensiones geopolíticas.
Como parte de su estrategia de inversión expandida, Apple pretende fortalecer su cadena de suministro nacional y mejorar las capacidades de manufactura avanzada en los EE. UU. Este compromiso sigue de cerca a un reciente acuerdo de $500 millones con MP Materials, el único productor de materiales de tierras raras en el país. Esta asociación facilitará la expansión de una fábrica en Texas, que contribuirá al reciclaje de materiales utilizados en la producción de componentes esenciales, como los imanes que se encuentran en los iPhones.
Durante una reciente llamada con inversionistas, Cook subrayó los continuos esfuerzos de la compañía por aumentar la producción nacional, destacando la variedad de componentes de iPhone ya fabricados en los EE. UU., incluidos la pantalla de vidrio del dispositivo y los módulos de reconocimiento facial. Señaló que Apple está comprometida a expandir aún más sus esfuerzos de producción en el país, con aspiraciones de aumentar el número de chips producidos en EE. UU.
Si bien Apple aún no ha emitido un comunicado oficial sobre el último anuncio de inversión, la noticia marca un capítulo notable en la relación continua de la compañía con el gobierno de EE. UU. y su compromiso de fortalecer la manufactura estadounidense. Los desarrollos ocurren en un momento en que la industria tecnológica en general navega por un paisaje complejo de comercio internacional, política nacional y resiliencia económica.
