En un fallo significativo, Google ha perdido trágicamente su apelación contra una orden judicial que exige cambios sustanciales en su tienda de aplicaciones, resultado de una demanda antimonopolio presentada por Epic Games, el creador del popular juego Fortnite. La decisión fue tomada por el Noveno Circuito de Apelaciones de EE. UU., que desestimó las afirmaciones de Google de que el juez del juicio había cometido errores legales notables que beneficiaron desproporcionadamente a Epic Games.
Epic Games inició la demanda en 2020, y para 2023, lograron persuadir a un jurado de que Google había llevado a cabo prácticas que suprimieron ilegalmente la competencia en el ecosistema de aplicaciones. Como resultado, un juez ordenó en octubre del año pasado que Google debía permitir el acceso de sus competidores a su tienda de aplicaciones y ampliar las opciones para los usuarios de Android en cuanto a descargas de aplicaciones. Sin embargo, esta directiva había sido temporalmente suspendida mientras Google perseguía su apelación.
Durante la apelación, Google argumentó que su Play Store opera en un paisaje competitivo con la App Store de Apple y sostuvo que el juez del juicio había restringido erróneamente su capacidad de presentar este contexto competitivo como una defensa en el caso antimonopolio en su contra.
Las implicaciones de este fallo son considerables, ya que se alinea con el creciente escrutinio sobre las grandes empresas tecnológicas y sus prácticas monopolísticas. Señala un momento crucial para las prácticas de distribución de aplicaciones y puede allanar el camino para un entorno más abierto para los desarrolladores de aplicaciones y los usuarios por igual. A medida que la industria tecnológica continúa evolucionando, especialmente en el ámbito de los videojuegos, este caso probablemente influirá en las discusiones sobre la competencia leal y la elección del consumidor en los mercados digitales.