La implementación de la inteligencia artificial (IA) en las organizaciones ha avanzado a pasos agigantados en términos de inversión, pero la adopción de agentes autónomos todavía se encuentra lejos de alcanzar su pleno potencial. A pesar de que más del 20% de las empresas está invirtiendo más de 10 millones de dólares en tecnología de IA, una reciente encuesta de EY a 500 directivos en Estados Unidos revela que solo el 14% de estos líderes afirma contar con una integración total de la IA en sus operaciones.
Este desconcierto señala una importante discrepancia entre la ambición institucional y los resultados concretos. Muchas empresas están incrementando su presupuesto en IA, siendo el 21% de ellas las que asignan cantidades significativas, un aumento respecto al 16% del año anterior. Sin embargo, la mayoría de las implementaciones se centran en la optimización de procesos internos, dejando de lado el potencial de los agentes de IA para transformar la operación de negocio en su conjunto.
Aún cuando las organizaciones que destinan un aporte del 5% de su presupuesto a IA reportan beneficios en áreas como la ciberseguridad y la satisfacción del cliente, se observa una resistencia a adoptar agentes más autónomos. Solo un tercio de las empresas ha explorado algún tipo de implementación, empleando estos sistemas mayormente para optimizar la atención al cliente y mejorar la eficiencia en departamentos tecnológicos.
Uno de los hallazgos más relevantes de la encuesta es la falta de comprensión entre los directivos y su equipo sobre las capacidades de la IA. Más de la mitad de los encuestados no tiene claro cómo puede beneficiar a sus empresas, lo que constituye un obstáculo significativo para su adopción. De hecho, aunque un 73% de los ejecutivos confía en que la IA podría gestionar unidades de negocio enteras algún día, persisten temores sobre ciberseguridad, privacidad de datos y falta de regulaciones claras que retrasan la implementación de estas tecnologías.
Las empresas están buscando maneras de acortar esta brecha de conocimiento. Hay una tendencia creciente hacia una mayor capacitación en IA, con un 64% de los líderes avisando que este año intensificarán la formación en sus organizaciones, superando el 49% del año anterior. Asimismo, el 64% de las compañías están optando por desarrollar soluciones de IA personalizadas en vez de adquirir empresas externas, lo que sugiere una estrategia orientada hacia la creación de capacidades internas.
Este enfoque subraya la necesidad de un manejo humano y consciente en la integración de la IA, donde la preparación del personal y políticas de gobernanza adecuada son tan fundamentales como la propia tecnología. Para que los agentes de IA logren el impacto deseado, se deberá asegurar que sus capacidades estén alineadas con resultados empresariales concretos, actuando como un complemento a los recursos humanos en lugar de un reemplazo.